Poesía

En La paz de la primavera. Aleteos, Valentina

Griglio, el yo lírico de su poesía y su persona son

siempre como el primer vuelo de una mariposa,

con el primer corazón precipitado y amoroso del

primer colibrí de la naturaleza.

Valentina ensaya cómo decir su nombre y su

mundo. Ella susurra un verso. Ella atrapa lo adve nedizo de lo cotidiano en sus manos: la arena, la nieve, la playa y la pista. Valentina asume el poten cial de su fuerza, y escribe. Sin parar ahora escribe, como si llovieran de sus yemas todas las tristezas que la recorrieron, como abrazándose-mujer, como si creara así todas las fogatas para apagar, con justi cia, no los fuegos que la hicieron arder para subvertir el "no" exterior, sino los fuegos que, por ignorancia, sofocaron su libertad; pero poco tiempo: nunca se apaga lo que está destinado a encenderse sin artificio. Las chispas están en estas páginas.

Gisela Mancuso

Fragmento, adaptado, del prólo